Capítulo 2: Capital intelectual

Visión general

Las empresas se encuentran en la vanguardia de la revolución del pensamiento. En un entorno que es universal, complejo y competitivo, observamos algunas de las ventajas que obtiene una empresa que sea consciente de que los recursos humanos son la clave del éxito a largo plazo.

Activos por valor de miles de millones

Imagine que su empresa tiene un ordenador capaz de recibir y transmitir información a través de diversos conectores de entrada y salida, visuales, auditivos y táctiles. Tiene una capacidad ilimitada de memoria disponible y cuenta con redundancias incorporadas para asegurarse de que nunca se pierden datos esenciales. ¿Cuánto valdría este ordenador si pudiese emplear esta combinación de aparatos de entrada y capacidad de almacenamiento para ampliar continuamente su base de datos de conocimiento? ¿Cuánto valdría ese ordenador si pudiese emplear el conocimiento obtenido con la experiencia para reprogramarse, de modo que cada vez fuese menos probable que los errores se repitiesen? ¿Cuánto valdría ese ordenador si tuviese la capacidad de programar a otros ordenadores de modo que también ellos aprendiesen de la experiencia? ¿Cuánto valdría ese ordenador para su empresa? ¿Millones? ¿Miles de millones?

Mientras lee estas frases, está usted empleando el instrumento más poderoso que se conoce. Su cerebro es ese ordenador, que vale miles de millones. Nuestra investigación y experiencia han puesto constantemente de manifiesto que las capacidades del cerebro están infrautilizadas en gran medida. También hemos sido testigos de las espectaculares mejoras que pueden obtenerse cuando se emplean más plenamente las capacidades del cerebro.

Si su empresa tuviese activos valorados en miles de millones y descubriese que sólo se estaba empleando el 1 % de esa capacidad, ¿se preocuparía? Si la eficiencia de ese activo se multiplicase por diez, ¿qué valor añadiría esa mejora a la rentabilidad de su empresa?